IMPORTANCIA DEL LENGUAJE INCLUSIVO + CLAVES
- ireeneip
- 27 jun 2020
- 2 Min. de lectura
Mediante el lenguaje formamos nuestras propias ideas del mundo que nos rodea; ideas que forman parte del proceso de modelamiento de nuestra personalidad y consecuentemente de nuestro comportamiento en el contexto vital donde nos desarrollamos. Además, a través de este también creamos, en conjunto con el resto de seres humanos, la realidad social. Este hecho está estrechamente relacionado con que a lo largo de la historia, las mujeres se hayan visto expuestas a un proceso de invisibilización alimentado por el uso de un lenguaje discriminatorio, que las ha puesto en un segundo plano, representándolas como seres dependientes del hombre y con falta de protagonismo en la vida pública, principalmente. Por estas razones es de suma importancia utilizar un vocabulario y unas estructuras sintácticas que visibilicen a todas las personas participantes en la sociedad. Un uso adecuado, integrador y no discriminador del castellano da lugar al lenguaje inclusivo, que es un aliado necesario a la hora de modificar una sociedad patriarcal hacia una más igualitaria e integradora.
ALGUNAS CLAVES PARA SU USO:
• Sustituir el uso de “el, los, aquel, aquellos, seguidos del relativo que, por “quien, quienes, cada”: “El que suscribe -Quien suscribe” y “Aquellos que fueron a... -Quienes fueron a...”.
• Evitar el uso de adverbios con marca de género. Cuando los sustantivos son neutros, se puede eliminar el articulo: “Muchos participantes cuentan con ayuda. -La mayoría de participantes cuentan con ayuda” y “Convocaron a muchos. -Convocaron a mucha gente”.
• Emplear genéricos reales en vez desdoblar los géneros: “Los vecinos y las vecinas -El vecindario” y “Las mujeres y los hombres -La población”.
• Evitar el uso de signos como “@”, “/”, “-“, etc., para mencionar los sexos masculino y femenino, ya que no son lingüísticos, rompen con las reglas gramaticales del castellano y son impronunciables, por lo tanto no son aconsejables.
• Usar ambos, el femenino y el masculino.
• Utilizar los abstractos: “los redactores-la redacción”, “los legisladores -la legislación” y “los tutores- la tutoría”.
• Sustituir los supuestos genéricos hombre u hombres por los pronombres nos, nuestro, nuestra: “Es bueno para la salud del hombre...-Es bueno para nuestra salud...”.
• Cambiar los verbos precedidos por el pronombre se, de tercera a segunda persona del singular: “Se recomienda a los participantes que se registren en la plataforma... -Recomendamos que se registre en la plataforma...”.
• Cambiar el pronombre impersonal “uno”, por “alguien”, “quien”, “cualquiera”, “la persona”, “una persona”, etcétera: “Cuando uno va a trabajar... -Cuando alguien va a trabajar”. “El que tenga experiencia -Quien tenga experiencia”.
• Emplear oraciones alternativas para cuando el discurso menciona a las mujeres como dependientes: “Se organizarán actividades para las mujeres de los ponentes. -Se organizarán actividades para el grupo de ponentes y sus acompañantes”.
• Utilizar el femenino en los sustantivos de profesiones cuando el sujeto es una mujer.
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